miércoles, 3 de agosto de 2011

Día 2 y 3.

Día dos
Salimos a las 9 menos diez de casa -la última vez que lo hacemos- y llegamos al colegio a menos veinticinco, con una sudada del quince (o del veinte); digamos que en sí, el día fue poco productivo. Acabamos comiendo en Churchill Square un KFC (Kentucky Fried Chicken para los no iniciados en aquellos restaurantes de comida rápida) y destacable fue el empacho a fabas con ketchup (las beans) que cogió Sara (tanto asco nos daban, que el destino quiso que Shahnaz nos las cocinara para por la noche). Pagamos 5 libras por hacernos cinco fotos tamaño pasaporte y después, cómo no, directas a HMV (el paraíso de cualquier amante de la música) y después a One Stop Travel. Eso sí, ¡que no falte el "pretty ladies" que recibimos!


Día 3


Salimos a las 8 y media de casa; hay como tropecientos mil grados afuera, y junto con la humedad, se te pega todo lo que flota en el aire a la piel. Llegamos a St Giles, alrededor de las 9 y veinte y fuimos a comprar la comida, además de tomarnos un Starbucks de caramelo por una ganga.
Tras llegar al Brighton Pier, hemos descubierto nuestras vena interior ludópata: es el paraíso de las tragaperras y de las máquinas de coger peluches. Después de una pequeña caminata entre atracciones, hemos comido en una hamaca -como buenas reinonas que somos- de frente al viejo muelle de Brighton. Más tarde, cómo no, clase con nuestro querido George, hablando desde sexo a eutanasia. Que no, hombre, que no... De Dios a la eutanasia...
Ahora, a dormir, que mañana toca fiesta.
Party hard!


 

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